Homenaja a Fernando Pessoa por Pepa Rubio Bardón
¡No digas nada!
Tu voz habla amorosa…
¡No, no digas nada!
Las palabras son apenas
sonidos que encadena el aire.
Ven a sentarte conmigo,
toma mi mano entre las tuyas,
acúnala como al niño que soy.
El viento, el viento alto
estremece las copas de los árboles
que producen un leve rumor.
Bésame, como si cada beso
tuviera el fuego de un volcán,
la fragancia de las glicinias,
la frescura de la aurora,
la suavidad de la seda…
Llueve en silencio sobre el jardín.
Las flores lloran gotas brillantes
como las del rocío, heridas por el sol.
No me des rosas llenas de espinas,
la flor que quiero eres tú.
¡ No, no digas nada!
Abrázame fuerte y en cada beso
dame la vida que me falta.
Pepa Rubio Bardón