Homenaje a Francisco Umbral por Luis Parreño Gutiérrez


A FRANCISCO UMBRAL

Iba yo a comprar el pan
y de repente
surgió la idea de decirlo,
decirlo sin pudor, sin arrogancia,
decirlo sin perder esa elegancia
innata en el hablar, tono castizo.

Iba yo a comprar el pan
y de repente
me encontré con demócratas corriendo,
me sentí subyugado por su celo
y entendí que decirlo era correcto
lo dije y ahí quedó dicho en el tiempo.

Iba yo a comprar el pan
y de soslayo
sentí que a mis espaldas proferían
gritos desaforados, enfrentados,
mientras unos y otros recorrían
a la carrera diferentes espacios.

Iba yo a comprar el pan
y disfrazado
de un cínico mirar, miré la vida
sobre mi hombro, como una herida,
sentí que el pasado se apagaba
mientras que mi futuro ennegrecía.

Iba yo a comprar el pan y de repente
como un icono contracultural cualquiera
lo dije, sin cortarme tan siquiera
delante de millones de seres indiferentes:

¡Yo he venido aquí –lo dije antes-
solo a hablar de mi libro, qué puñetas!