Homenaje a Mario Vargas LLosa por M. Ignacia Caso.

                                                     IN MEMORIAM

Te conocí casualmente un día 7 de Marzo del año…, han pasado muchos y aún lo recuerdo. Tú comprabas una postal y yo un periódico. Dijiste: soy Pancracio, ¡qué nombre tan extraño! pensé, pero ya percibí tu personalidad desde ese mismo instante.

 Estabas en viaje de estudios. Debido a tu futura profesión de ingeniero te interesaba ver minas, bajar a ellas y estudiarlas.

 Yo solo sé que fueron ocho días maravillosos en los que paseamos por mi ciudad y se engendró una  larga amistad.

 Eran otros tiempos. Residías en Madrid y yo en una capital de provincia Las comunicaciones aún eran muy limitadas y tuvo que pasar un año para tener noticias tuyas, porque estando en otro viaje de estudios recordabas aquellos días.

 Y así fueron pasando los años. Cada uno hizo su vida, hasta que nuevamente volvimos a encontrarnos. Hablamos mucho: de los recuerdos, de música, sobre todo de aquellas melodías que tanto nos gustaban: La Arlesiana, de Bizet; Casta Diva, de la ópera Norma, ¡cuántas veces la canté para ti!

 Desde entonces nos vimos asiduamente. Hacíamos proyectos: viajar a San Francisco y Chicago, o que te acompañara cuando acudías a algún torneo de ajedrez, pero llegó la Dama de la Guadaña que rompió todas nuestras ilusiones, sin darnos tiempo siquiera para despedirnos. Tu adiós solo fue una llamada de teléfono de una voz desconocida, comunicándome que te habías ido para siempre.

 ¡Qué desvalida me dejaste…! Solo espero que, cuando yo llegue a ese lugar distante, te encuentre y permanezcamos juntos eternamente.

Oviedo, 27 de Febrero de 2011.
Mª IGNACIA