Homenaje a Miguel Delibes por Luis Parreño

CON e DE DeLIBeS


Castellano, recio, seco,
postrado en la soledad
oteando el horizonte de rastrojos,
ya no saca su escopeta a pasear
pues le fallan el espíritu y los ojos.

Castellano, recio, seco,
de su tierra y sus gentes bien pagado,
qué enferma se queda el alma
cuando pierdes lo que amas
antes de haber disfrutado.

Castellano, recio, seco,
desde el Norte de Castilla, a tu dictado
levantaste tu voz día tras día,
limpia, fija y da esplendor,
y hasta fuiste sillón reverenciado.

Castellano, recio, hermano
en el espíritu triste de las cosas,
en lo real, en lo alegre, en lo inventado,
te saludo en silencio mientras siento
por el ábrego mi rostro refrescado.


14/04/2011
Luis Parreño Gutiérrez