Homenaje a Miguel Hernández por Luis Parreño

MIGUEL, HERIDO, AMIGO.

Se encarceló al poeta por castigo,
por ser soldado sin querer la guerra,
por ser humilde voz del pueblo herido,
por decir libremente sus ideas.


Se encarceló al poeta solidario
y sus versos quedaron enredados
entre las duras barras de las rejas
donde estuvo hasta su muerte atado.


Pero no se encarcelan las ideas,
la pasión, la belleza, lo pensado,
no se encarcela el alma de un poeta,
nada es capaz de detener su rayo.


Y así surge a la luz, de todos lados
el vibrante verso hoy declamado,
por todos los que leen al poeta
sin importar orgullos ni pasados.


Y así vive Miguel entre nosotros,
diciendo cómo amar, cómo llevarlo,
cómo llorar por un amigo muerto,
cómo sangrar cebollas, hambre y barro.


Y así su testamento, tres heridas,
a todos los futuros ha legado:
la del amor, la de la muerte, la de la vida,
vigentes siempre en este mundo amargo.


                        27/01/2011

                                    Luis Parreño Gutiérrez.