Homenaje a Miguel Hernández por María Suárez.

“Un poeta escribe a través de sus heridas”

En el caso de Miguel Hernández nos encontramos con una producción literaria, por el flujo de las heridas que hubo en su vida.

Josefina, su mujer, fue una fuente de inspiración para alguno de sus poemas. No fue la única mujer en su vida, pero sí la más importante y madre de su hijo.

Muchas noches, en la celda de la cárcel, imaginaba a Josefina sentada al lado de la cuna, meciéndola suavemente y cantando muy bajito, casi susurrando, nanas a su hijo. Cerraba los ojos y escuchaba la voz de Josefina cantando. Incluso recordaba la letra de alguna de las nanas que le cantaba.

A la nana nanita de la cebollita,
duérmete, mi amor, en tu cunita,
duerme, mi tesoro, duerme, mi cariño,
que la mamaíta siempre estará aquí.

Caricias de papá y mamá,
da la mamina a su bebé,
y lo quiere tanto, tanto,
que se lo quiere comer
¡a besitos!...

Y en ese momento le depositaba un beso con todo su amor en sus sonrosados mofletes.

No había un sólo día que Miguel no soñara con compartir estos y otros muchos momentos con su familia.

María Suárez