Homenaje a Pablo Neruda por Pepa Rubio Bardón



Cae la tarde


En la era tu melena azabache
es una cascada que fecunda la tierra.

Mírame despacio, traspasa mis sueños;
tus ojos parecen dos semillas huecas.

Se levanta la brisa que besa mi rostro,
los granos vuelan fuera de la espiga.

Cae la tarde, el río se oscurece,
la luna blanquea las hileras de chopos.

Las hojas tiritan al borde del agua,
espejo sin azogue de impreciso reflejo.

Las ranas en la charca cercana,
inician su grave concierto.

Está clara la noche, se miran en el agua,
también la luna se refleja en el espejo.

Recoges el pelo con tus manos de espuma,
tu piel de nácar aclara las sombras.

Pestañean las estrellas haciendo guiños,
el mundo se detiene para admirarte.



Pepa Rubio Bardón