Microrrelato de Anayka Braña Sánchez
JUSTICIA
Le vio besar bajo la luna a otra a través de la ventana y, llena
de veneno, no pudo evitar darle con el candelabro. No volverá a engañarme - se
dijo- y se marchó sola, en silencio por el desierto, sintiendo la arena ámbar
bajo sus pies.
ANAYKA