Relato de Ciencia Ficción por Luis Parreño Gutiérrez



EL SECRETO

Nuestro secreto sigue a salvo. Nadie ha conseguido aún desentrañar nuestra naturaleza. Nos hemos expandido por todo el universo conocido sin importarnos el tiempo, ya que somos atemporales y hemos creado vida.
Podemos afirmar sin lugar a dudas que somos los propios dioses, si es que estos existieron alguna vez. En realidad todo es química. En realidad, nosotros somos todo.
Formamos parte de lo divino, ya que estamos presentes en todos los ritos religiosos del universo. Formamos parte de lo humano, ya que estamos en un alto índice incluidos en el esquema humanoide. Formamos parte de la creación de vida, pues sin nosotros no habría existido el llamado caldo primigenio. Formamos parte de la naturaleza, alimentando y cambiando estructuras. Estamos presentes aun en los sitios más recónditos de los planetas, aunque para reconocernos haya que recurrir a lentos procesos de análisis.
Hemos impulsado civilizaciones enteras, que merced a nuestra cultura se han ido extendiendo a lo largo y ancho de las galaxias y en su crecimiento han hecho posible el milagro del transporte.
Hemos inculcado en ellos la idea de progreso,  la idea de aventura, la idea de exploración, hasta el punto de hoy, que nos buscan por todo el universo, sin saber siquiera qué somos ni qué representamos para ellos, pero intuyendo que sin nosotros no son nada.
A veces nos maltratan y nos contaminan, pero apoyados por las fuerzas aliadas de la naturaleza, volvemos a poner las cosas en su sitio y hacemos limpieza. La vida sigue, pero nosotros marcamos el ritmo. Si es necesario, asolamos. Si es necesario desaparecemos. Todo sea por un equilibrio ecológico en el universo.
Nuestro secreto sigue a salvo. Nunca sospecharán que en una sola gota llevamos toda la información necesaria para proseguir nuestra labor.
Somos agua. Somos todo.


Luis Parreño Gutiérrez
Vigo, 30 Enero 2013