Relato de Ciencia Ficción por Luis Parreño Gutiérrez


VENGANZA

-  De modo que desea Ud. que lo clonemos, ¿ señor …?.
-  Pues sí, efectivamente, ese es mi deseo.
- Bien, por la documentación que aporta todo parece estar en regla, pero como sabe,hay algunos puntos que deberíamos aclarar antes de proceder.
-  De acuerdo, como quiera.
-  Bien, dígame ¿por qué quiere ser clonado?.
-  Pues verá Ud., hace unos días, acabado mi periodo útil de servicios a la comunidad, he sido retirado de mi puesto, y como indemnización me han dado una jugosa cantidad que no sabía muy bien cómo invertir. Y pensando, pensando, llegué a la conclusión de que el dinero no sirve de nada almacenado en un banco y me decidí por una inversión de futuro más segura.
Por supuesto, he acudido a Uds. porque una vez estudiados los pros y los contras, creo que servirán a mi propósito perfectamente.
-  ¿Y cuál es su propósito, señor…?
-  Venganza. Simple y llanamente venganza. He recurrido a su Corporación porque ustedes tienen una tecnología que me permitirá llevar a cabo una sutil venganza que sólo podré culminar viviendo al menos dos vidas más.
Primero me vengaré de mis sucesores, hijos, esposas vivas, etc.,
ya que mientras yo viva no podrán acceder a los beneficios que resultarían de mi muerte. Así podré comprobar si su cariño es fingido o auténtico. Si es auténtico, seré inmensamente feliz viendo cómo he conseguido educarlos en mis principios. Si es fingido, sufrirán hasta su desaparición mi presencia y no tendrán modo alguno de evitarla, dado que siempre tendré un sustituto.
-    Pero eso no justifica…
-    Claro que no, pero no es sólo de ellos de quienes me quiero vengar.
Durante mis años de servicio a la comunidad, he sido obligado a contribuir con una importante parte de mis ingresos y, actualmente, el programa de eliminación vigente me da cinco años de vida tras mi cese, con lo que todo aquello que he ido aportando, será absorbido por el Estado, quedándose así con el fruto de mi esfuerzo. Naturalmente si su tecnología no falla, al implantarme el chip activador, cuando el impulso vital deje mi actual cuerpo, automáticamente se activará un clon, que pasará a ocupar mi lugar y seguirá percibiendo los beneficios que legalmente me pertenecen. Así creo que con dos vidas podré al menos recuperar una importante parte de todo aquello que durante cincuenta y cinco años de producción ininterrumpida se han ido quedando estos canallas.


Luis Parreño Gutiérrez
Vigo, 26/03/2013