Vocales a la fuga por Mª del Carmen Salgado Romera -Mara-


GRIPE SIN A


Gripe, ¡oh gripe!
Regente del mundo inclemente
con tu huesudo dedo eliges
hombres niños y mujeres
que sufren en su lecho
mocosos y llorosos,
febriles, enloquecidos,
disminuidos, temblorosos.
Desde siempre te tememos
y prevenirnos debemos,
pues un tonto simplón
tose miles de virus
que se ponen como locos,
constituyen nuevos focos
y protegen su infección.


Gripe, ¡oh gripe!
Regente del mundo inclemente
en invierno surgen mogollón
de inmundos seres infectos.
Sudorosos rostros fervientes,
cuerpos gimientes, dolientes
que mueren por estupidez
de quien tose generoso
y sonríe tontorrón
sin intención difundiendo
el depósito de mocos
de sus “clines” venenosos
con sus dedos pringosillos.
Sin seso o comedimiento,
sin pudor ni discreción
nos confiere su infección. 
¡Oh, terrible perdición! 


El consultorio lleno:
es temible reunión
de los enfermos de gripe.
El médico loco hierve,
no puede reconocer
tanto enfermo en su turno.
¡Los mire de diez en diez!
¡Desde lejos y sin vez!
-dice su jefe impotente-.
Recete ibuprofeno
en sobres de quince quilos,
que se golpeen con ellos
y moleremos el virus.
Y si incluso se resiste,
un ponche en ebullición,
por muy duro que resulte
que se queme un montón.






Mara