Para una Navidad muy especial:



Las almas, de aquellos que se fueron,
se han convertido en estrellas,
me miran desde el cielo
sabiendo que, Yo, no me olvido de ellas.
Me acompañan en Navidad
diciendo que me alegre,
que es posible la Felicidad,
aunque se nazca en un pesebre.
Que la sonrisa de ese Niño
es un mensaje que me envían,
una muestra de cariño
y que me quieren todavía.
Que siempre estarán conmigo,
y desean verme con ilusión,
que recuerde que tengo amigos
que me llevan en el corazón.
Que siempre se tiene que luchar
para curar una herida
y que ser Feliz no es pecar,
es, volver a la vida.

Matías Ortega Carmona