El balcón de los cien ojos por Mª del Carmen Salgado Romera -Mara-


EL BALCÓN DE LOS CIEN OJOS



-¿Pero tú te crees que puede subir ¡DOS EUROS! el kilo de naranjas de un día para otro?

-Un ladrón, te digo que es un ladrón. Tiene suerte quel super queda muy pallá. Oye, y, encima, vaya mieeeeerda de naranjas. Si son como aceitunas… Entre eso y los fantasmas que no me dejan dormir... llevo ya cinco días sin pegar ojo.

-Hija, pues te tomas un par de pastillas, como yo, y ya está. Que para eso está la farmacia.

-¿Pero qué decís de tomar pastillas de farmacia? Valeriana. Lo mejor es la valeriana.
 Luego os bajo unos sobres muy buenos que le compré al chino, así probáis. Llevan también melisa, tila y... Y hablando del rey de Roma… ahí llega el del bazar. Shampoo.
Con ese nombre parece el primo de Mimosín. El único de todo el edificio que no se entera de nada.

-Mujer, como que no vive aquí y tampoco usa el ascensor...

-Que, mecagüen to lo que se menea, estoy del ascensor más harta que de los fantasmas. Subir a pata con la compra hasta el cuarto cuando se escacharra…

-Pues que suba la compra tu hijo. ¿No tiene pies? Y, encima, seguro que las naranjas las compras para él.

-Tiene pies, tiene pies. Bien grandes, además. Que soy tonta, tienes razón. Por cierto, lo mal que le huelen las zapatillas… ya no sé qué echarles.

-Anda, pero si llegó ya el fino. Mira qué mono está hoy con esa cazadora. Échales bicarbonato.

-Tú no te rías, que el presi está bastante curioso para la edad que tiene. Venden un spray en la farmacia que quita el olor a pies que flipas. No me acuerdo del nombre, pero es morado y blanco.

-Sí, está mejor que su mujer. No sé qué le ven los tíos, que cuando pasa delante del bar se quedan embobados. A mí me da asco verlos babear así. ¿Probaste con plantillas antibacterias?

-Lo que te da es envidia.

-¿Pero qué dices, tonta? Va dame envidia que la miren esa pandilla de mataos. Si al menos fueran tan monos como el panadero…

-Anda, que si te oye tu marido…

-Yo creo que la mujer del presi compra la ropa en el oulé. Pero como es rubia, de frasco, pero rubia... parece alguien importante.

-Pues tíñete tú de rubia también si quieres parecer un pavo real como ella. ¡Ya ves qué fácil!

-Bien, ¿ya estamos todos? Quintos A y B… Por allí. Los cuartos, presentes. Tercero A… Sí. 

No veo al tercero B. Vale. Segundos y primeros… También. Bajos comerciales: bazar, presente. Bar, tengo el papel de delegación de voto.

-Como presidente de esta, nuestra comunidad, vamos a dar comienzo a la reunión extraordinaria convocada con motivo de los sucesos acaecidos desde hace un par de meses en el edificio. Veo que el tema preocupa porque es la primera vez, en los treinta años que llevo viviendo aquí, que nos juntamos más de cuatro vecinos. No hay vergüenza, dicho sea de paso. Pero, al grano, que a las ocho hay partido. Tenemos que decidir qué hacer para eliminar el problema.

-Oye, el problema no. ¡Los problemas! Que hay más de uno: los ruidos por las noches.

-Eso es tu marido roncando.

-Un poco de seriedad, jolines.

-Los ruidos por las noches. Repito. Que son como si los dioses estuvieran echando un polvo. Una orgía, eso. Una orgía.

-Una orgía cósmica, entonces. Jajajajajaja

-Tú cállate. Que estás bueno para hablar. Que se oye tu somier hasta cuando tu mujer está de viaje.

-Pues cuando quieras lo pruebas. Somos muy liberales.

-Silencio. Coño.

Hasta que no os calléis, no sigo.

Vale, sigo.

A ver. Vamos a hacer una votación. Yo voy diciendo zonas del edificio y levantáis las manos quienes hayáis notado ruido en ellas:

Cimientos. ¿Nadie?

Estructura. ¿Tampoco?

Suelos y techos. ¿Todos? ¿Alguien no? ¿Ni el chino? Perdón… ¿Ni Shampoo?

-Homble, quelido convecino, luidos en el techo los hay siemple…

¿Muros externos? ¿Ventanas? ¿Cubierta? ¿Muros interiores? A ver, no os encojáis de hombros, o voy vecino por vecino.

-Mira, que yo me documenté. Que en el cuadro que nos pintó Ojeda están dos mujeres, Berthe y Fanny y dos hombres, Antoine y Léon. Oye, y fue justo el día de la inauguración cuando empezó todo. Yo oigo suspiros en las cañerías. Y veo como cuatro bolas redondas, ¿sabes?, así, como pelotas de pilates, pero transparentes, por mi casa.

-Que te pasas el día en el bar, eso es lo que te pasa…

-Que lo mejor es que venga el cura. Y que rocíe todo de agua bendita.

-A ver, que yo tengo entendido que los muertos se comunican cuando tienen algún mensaje que comunicar. Que esta zona está sobre los restos de una cuidad romana e igual los del cuadro nos quieren avisar de que hay un tesoro en los cimientos… ¿Y si llamamos a una medium?

-No, que son muy caras. ¿Y si hacemos una ouija? Yo tengo una en el trastero. De cuando era estudiante.

-Y fumabas porros, ¿no?

-¡Claro, no te jode! Como cualquier tío normal, no como tú que paseabas breviarios.

-Que si no os calláis no sigo y nos perdemos el partido…

-No, no. Sigue. Que nos callamos.

-Oye, que a mí me importa una mierda el partido. Que estoy hasta las tetas de tanto fútbol…

-Pues si quieres te alivio en mi somier musical…

-Espera, que le pregunto a mi marido…

-¡Paz, por favor! Un poquito de paz.

-Pues en Zaragozáaa hubo un duendéee que habitó en una casáaaa durante unos meseeees y luego se fue.

-Ya, pero eso fue allí. Y esto es Madrid. Lo que hay que hacer es limpiar la pintada de la fachada. Como se quitaron los murales de Ojeda de la estación de autobuses. Con un par de huevos.

-Una atrocidad. El arte es arte y hay que respetar al arte.

-Mira, los ruidos están provocados por aire en las cañerías. Os lo digo de verdad. Pasaba en la casa de mi suegra. Y lo del ascensor es porque ya le fallan los circuitos. Este edificio es de cuando Franco andaba en pañales. Lo mejor es llamar a un perito para que lo revise.

-De cuando andaba en pañales, no. Pero de 1955, sí. Tiene razón. Lo mejor es llamar a un perito.

-Gracias por tu apoyo. Y también hay que nombrar a un representante para este tema, que puede ser nuestro querido presidente.

-¡Ah, no! ¡Yo, no! Que bastante tengo con aguantar a la administradora. Podemos pedir voluntarios.

-Que sea el chino. Que nunca oyó nada. Así será objetivo.

-Sí, porque a ti solo te falta la bola de cristal, que la escoba y los pelos de bruja ya los tienes...

-Vale, vale, quelidos convecinos. Basta ya de peleas. LLo selé vuestro leplesentante, si queléis. Muy honlado por vuestra confianza.

-Pues yo pienso que son los hijos de algunos de vosotros, y no quiero mirar para nadie, que hacen el gamberro por las noches. Esta zona está cada vez más conflictiva.

-Pues yo creo que Shampoo y el del bar son quienes tienen la culpa. Sí. No me miréis así. 

¿Tengo o no tengo razón en que, desde que esto se hizo viral, os han subido las ganancias? Hay mucha gente que viene a curiosear…

-Pero mira que eres bruta. ¿Cómo se te ocurre echar la culpa a Shampoo? No hay mejor persona que él. Oye, yo del del bar no digo nada,

-La culpa la tienen los políticos.

-¿Por qué?

-Porque siempre tienen la culpa de todo.

-Quien piense que tienen la culpa los políticos que levante la mano.

-¿Todos? ¿Todos, todos?

-No, no. Yo no. Yo no.

-¿Tú, entonces, quién crees que la tiene?

-Los extraterrestres.

-Vale. Se levanta la sesión. Queda nombrado Shampoo como representante de esta nuestra comunidad para tomar las acciones pertinentes de cara a determinar la causa y tomar las medidas oportunas para erradicar la misma. Con plenos poderes.

¿Todos de acuerdo? ¿Sí? Pues Lex Rhodia de Iactu. Nuestro barco comienza su singladura.

-Y eso qué quiere decir.

-Que si hay pérdidas, vamos a soportarlas proporcionalmente.

-¿Y si hay un tesoro en los cimientos?

-Entonces vale más que no se entere el Ayuntamiento.

-Oye, que ya abrió el bar. El partido…

Mara